En el año 3000 a.c, en el papiro de Smith, ya se hablaba del tratamiento quirúrgico de las deformidades nasales; sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que la rinoplastia estética se empezó a popularizar. Desde entonces la cirugía ha avanzado muchísimo y ha permitido conseguir resultados estéticos cada vez más naturales; así como una mejoría en la función respiratoria.
Uno de los hitos en la evolución de la rinoplastia ha sido el desarrollo de la Rinoplastia Ultrasónica que aúna los principios de la rinoplastia abierta funcional y estética con los avances tecnológicos actuales.
Gracias a los ultrasonidos podemos realizar un remodelado de los huesos de la nariz mucho más preciso y mucho menos agresivo que con las técnicas convencionales, de forma que los resultados son más predecibles. Con esta tecnología se minimiza el daño de los tejidos circundantes, por lo tanto, disminuye la fibrosis y alteraciones secundarias a la cicatrización de los huesos nasales.
Y ahora viene la gran pregunta: Si ya has decidido que quieres someterte a una intervención para mejorar la forma de tu nariz, ¿qué técnica debes elegir? ¿Rinoplastia convencional o Rinoplastia ultrasónica?
Nuestra respuesta es también una pregunta: Cuando una técnica nos permite una mayor precisión, menores efectos secundarios y una recuperación más rápida, ¿qué elegirías?
Para Clínica Jovellanos lo más importante es el bienestar de los pacientes y, por lo tanto, aquello que produce un menor daño a los tejidos es siempre la técnica de primera elección; así que lo tenemos claro nosotros te recomendamos la Rinoplastia Ultrasónica.