Soy Nazaret Ruiz López, cirujana plástica y ante todo soy mamá.
La decisión de ser médico me llegó “por casualidad”. Cuando estaba en COU, parece que fue ayer, fuimos con el instituto a ver las distintas facultades y al entrar en la sala de Anatomía de la Facultad de Medicina, supe que ese era mi lugar.
Fui una buena estudiante, lo pasé fenomenal y tocó el momento de hacer el MIR. Entonces decidí que sería Cirujana Plástica.
La residencia, con guardias durísimas, mucho que estudiar y sin tiempo a nada dio paso a mi título de Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Con la madurez que dan los años y la estabilidad de tener a mi lado al hombre más maravilloso del mundo, llegó el momento de ser madre…llegaron a mi vida mis tesoros.
Me encanta estar con ellos, jugar al escondite, a superhéroes, hacer puzzles, hacer circuitos de trenes, jugar a los coches y a las “comiditas”. Me gusta levantarme por la mañana para ir a operar con las pilas cargadas por una montaña de “besos con ruido” y “abrazos de oso”.
Son mis hijos los que me enseñan el verdadero valor de mi trabajo:
- Lo realmente importante está en los pequeños detalles.
- Lo mejor del mundo es poder sacarle una sonrisa a la vida.
- Que no hay nada mejor que trabajar con personas para hacer que sus vidas sean un poquito mejores y más felices.
Cuando uno hace el trabajo que le gusta, nunca se levantará para “ir a trabajar” sino a disfrutar de su vida y es así como compagino mi pasión de ser mamá con mi pasión por ser cirujana para potenciar la belleza y mejorar la calidad de vida de mis pacientes.